La práctica totalidad de la ciudadanía (96%) piensa que las sentencias judiciales de estos últimos meses que atañen a casos de corrupción que tuvieron lugar en el pasado no suponen, en ningún caso, un punto y final a la etapa de escándalos en la vida pública española. Una abrumadora mayoría considera que todavía quedan por descubrir casos del pasado reciente (véase Cuadro 1).
Al mismo tiempo, ocho de cada diez españoles (82%) creen que en los próximos años van a seguir produciéndose casos de corrupción en la vida política nacional similares a los que ahora están siendo investigados y juzgados en nuestro país (véase Cuadro 2).
Los españoles parecen, así, percibir la incapacidad del Gobierno y de los principales partidos de la oposición para haber acordado e implementado medidas destinadas a evitar, o al menos dificultar, la comisión de delitos de corrupción en la vida pública española. De hecho, y en este sentido, cuando se les pregunta a los ciudadanos cuál de los principales partidos lograría combatir mejor la corrupción, regenerar nuestra democracia e inspirar mayor confianza, las respuestas mayoritarias son, en los tres casos, que ninguno de los cuatro (véase Cuadro 3).
No obstante, Unidos Podemos y Ciudadanos son los que concitan un porcentaje de menciones más elevado en las tres cuestiones, un dato que , sin duda, tiene que ver con el hecho de que los casos que hasta ahora han visto la luz han afectado a políticos vinculados a los dos principales partidos: PP y PSOE.